Conocida por su amplio repertorio musical, la cantautora chilena, Cecilia Echenique, se sumó a las panelistas, Marcela Ibáñez, Ximena Águila y C. María Burmeister del programa radial Féminas Sinfónicas.
Estuvo diez años como integrante y fundadora del grupo Mazapán, el cual incluso tuvo una importante participación en televisión. De forma paralela desarrolló su estilo en Canto Nuevo, para luego comenzar una carrera como solista, la cual aún sostiene con gran éxito.
“Me siento profundamente orgullosa de mi paso por Mazapán, de alguna manera marcamos no solo a una primera generación, sino que hasta el día de hoy se sigue escuchando, ahora cantan los papás y los hijos”, detalla Cecilia.
“Lo que buscamos es que los padres también disfrutaran la música con los niños”, recuerda la cantante sobre el objetivo de esta icónica agrupación, el cual buscaba enseñar sobre la música a los más pequeños con un repertorio de calidad.
En 1982 se muda a Estados Unidos donde incursionó en la música barroca en la Universidad de Princeton. Cuatro años después regresa a Chile donde potencia su carrera como solista, ganando premios como Gaviota de Plata en el Festival de Viña del Mar, en 1993; Premio Altazor, en 2002 y condecorada con La Orden de Río Branco en grado de caballero por Lula da Silva, por su aporte a la difusión de la cultura brasileña.
“A los 10 años entré a la escuela de música de la Universidad Católica, buscando el instrumento que me definiera. En mi casa se escuchaba mucha música barroca, por eso terminé con la flauta”, recuerda sobre su conexión con esta área.
Tras juntarse con otras alumnas y docentes para formar Mazapán, mientras cantaba en la parroquia universitaria, descubrió la magia y potencia de la letra, “cuando realmente representar a un mundo en silencio, en ese momento que vivía nuestro país, con la angustia de la represión y que busca la libertad, llevar una lucha a través de la música fue algo que me atrajo mucho”, comenta sobre su comienzo con el movimiento Canto Nuevo.
Tras continuar el programa, Cecilia y las panelistas conversan sobre a los jóvenes músicos y los nuevos talentos, lo que se ve en su disco “A Dúo”. “Fue una experiencia muy linda, porque lo bonito de la música es que no hay edad, eres colega y te nutres o aprendes del otro”, analiza.
Incluso cuenta el efecto que ha tenido en los niños el ser elegidos para trabajar en sus coros, pasando de ser pequeños problemáticos a puntajes nacionales.
“El talento que tenemos en este país es tremendo, y vienen mucho más preparados”, destaca sobre los nuevos cantantes. “Que mejor remedio para el alma es entregar música”, destaca y complementa sobre el problema de la disminución del presupuesto para la cultura.
Sus proyecciones, la mirada sobre los sellos, la cultura y las nuevas generaciones, fueron los temas tratados en el capítulo 87 de Féminas Sinfónicas, junto a Cecilia Echenique en Radio UdeC el sábado 16 a las 15:00 y domingo 17 a las 13:00 por Radio La Discusión de Chillán; además de las redes sociales de Corcudec.