El joven estudiante de música lírica Vicente Muñoz Quezada ya establecido hace 6 años en Italia, se presentó en la Gran Sala del teatro en su paso por Chillán, su ciudad natal.
Nacido el 29 de agosto de 1997, el tenor chillanejo sintió pasión por el canto a temprana edad, lo que sería el inicio de una prometedora carrera que partió a sus dos años motivado por su curiosidad por la música, influenciado por su familia e interés personal. “A penas empecé a hablar tarareaba canciones chilenas, de los Beatles. Ahí empecé a cultivar el interés por el canto, ya con estudios”, comenta Muñoz.
Estudiante de piano de Elena Rodríguez y Rodrigo Furet fueron sus primeros acercamientos, a lo cual le siguió sus estudios de canto con la destacada soprano Ana Álvarez Kemp y el gran tenor chileno-internacional Tito Beltrán, considerado uno de los mejores tenores del mundo.
Con Ana es que “yo me fui dando cuenta que mi voz tenía las características de un cantante lírico, tenía mayor potencia. Mi primera profesora de canto me dijo yo creo que tu sirves más para el canto lírico, hagamos la prueba, si no te sientes cómodo pasamos al pop y ahí no quedo dudas. Me fui encantando con este género que es de una altísima exigencia en todos los sentidos”, mencionó el joven cantante.
Tal ha sido éxito, que emprendió su viaje a Italia a perfeccionar su pasión por la ópera. Con tan sólo 24 años, ha logrado significativos logros en el mundo del canto lírico. Respecto a como ha sido el dejar Chile e irse a Italia relata que “fue vertiginoso, pensaba que no iba a ser capaz, yo soy hijo único, siempre cercano a mi familia. Me va a costar decía. No fue tan difícil porque los sueños cuestan y hay que hacer de todo para conseguir lo que uno quiere y lo hace feliz. Al final el que más te puede frenar es uno mismo”:
En esta ocasión, el cantante lírico ofreció un concierto gratuito en compañía de la Orquesta de Patricio Astorga con quien tiene experiencia ya que “llevamos siete años tocando, siempre que vengo a Chile. Nos conocimos una vez que fui a cantar a Bulnes, me contó que era pianista, me mandó unos vídeos y era extraordinario, un genio musical. Yo me ponía a tararear una canción y sacaba el acompañamiento en 5 segundos”, comenta.
Mostrar la belleza de la música clásica, especialmente en el canto lírico, acercándolo a toda clase de público es el fin del espectáculo por el que lleva tanto tiempo perfeccionándose y trabajando. En dicho sentido, Muñoz recalca la importancia de comprometerse con lo que uno anhela: “A los jóvenes les digo que luchen por sus sueños porque nadie, absolutamente nadie, ni siquiera sus familias los pueden frenar. Claro que cuesta, pero si uno quiere hacer algo que haga todo lo posible para conseguirlo”.